El 23 de septiembre,
se inicia el otoño. Los frutos caen de los árboles y las semillas son
seleccionadas para ser consumidas o conservadas y volver a ser sembradas más
tarde con el fin de que el ciclo vuelva a empezar.
Este
trabajo de separación y de selección que se realiza en la naturaleza, no ataña únicamente
a la vegetación, también afecta al ser
humano, a su destino. De igual modo que el fruto se separa del árbol y el hueso o la pepita del fruto, el alma un
día se separa del cuerpo. El cuerpo es la envoltura del alma, y el alma es la
semilla que está sembrada en nosotros pero que viene del espíritu. Estamos aquí
para permitir que esta semilla crezca y madure en nosotros hasta el
día en que de fruto. En el momento en que el fruto del hombre esté
maduro, no volveremos a caer en la Tierra.
La Naturaleza nos muestra constantemente sus lecciones ocultas, bastaría observar
atentamente para aprender y comprender su sabiduría. Cada vez que extraemos una
almendra, nuez, una castaña de su cáscara, sabemos que la Madre Naturaleza, al
tiempo que alimenta nuestro cuerpo físico, nos está mostrando otra sabia y
profunda lección. Ahora cuando caminemos por el campo y la montaña y
encontremos estos deliciosos frutos debemos
recordar su paralelismo con el trabajo interno a realizar: desnudar al alma de
todas las circunstancias temporales, de la personalidad a veces demasiado
identificada por el mundo que nos rodea.
El
otoño nos invita de nuevo al recogimiento tras haber correteado por los
caminos, tras haber vivido unos meses de expansión, bañados de luz y alegría.
La luz y la oscuridad
nos citan estos días. La luz es nuestro
destino, pero la travesía por la oscuridad, por los senderos plagados de zarzas
en fruto, de castañas y sus pinchos…, será imprescindible. Será preciso ser
arañados en la profundidad del bosque, explorar nuestra oscuridad interior,
para después saber qué es lo que ha de iluminar el foco de luz y de amor del
que también somos portadores.
Me dedicó a acompañar
a las personas que están haciendo esta travesía, profundizando en sus bosques
interiores, explorando su oscuridad hasta alcanzar esa piedra preciosa y
brillante que habita en el interior de todos los seres humanos. Para facilitar
este trabajo o utilizo entre otros muchos, el conocimiento antiquísimo que
desvela EL ÁRBOL DE LA VIDA CABALISTA, uniéndolo
a un enfoque más moderno como es el COACHING. Realizo e interpreto Cartas Natales
Cabalistas Personalizas.
Este estudio puede
ayudarte a enfocar de una manera clara cual es el trabajo
interior que tienes que realizar, y te ayudará a comprender tu misión de alma, lo que te dará una comprensión
profunda del sentido de tus experiencias y vivencias. El estudio también muestra
el enfoque psicológico de tu personalidad y de los aprendizajes asociados a la misma.
Si sientes que esto
te puede ayudar, puedes ponerte en contacto conmigo a través el correo
electrónico solicitando realizar un Estudio Natal Cabalista
Personalizo.
Lourdes Morales Mesa
Professional Certified Coach-PCC
Personal, Executive & Leadership Coaching
Personal, Executive & Leadership Coaching
Consultora Cabalista
"Yo no puedo enseñaros nada, sólo puedo ayudaros a encontrar el conocimiento en vosotros mismos, lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría."
Sócrates
Sócrates
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