La Psicología moderna empieza a reconocer que a la altura de las cejas existe una glándula que es la parte
más misteriosa del cuerpo. Esta glándula, llamada pineal, es el tercer ojo
según los tibetanos o el ojo de Shiva de acuerdo con el Tantra. Con esta glándula estas antiguas tradiciones llevan trabajando desde hace miles de años.
¿Cuál es el
beneficio del poder de visión del tercer ojo?
A través del tercer ojo o Ajna podemos experimentar la realidad con
los ojos del alma, somos capaces de percibir el juego de Maya, dejando caer los velos de la ilusión. Sólo viendo la realidad, tal cual es, podemos
hacer lo que este dentro de nuestras posibilidades para aceptarla y
transformarla si es eso lo que estamos buscando, ya sea en nosotros mismos, en
una situación, en nuestra vida, en lo que sea.
Nuestra consciencia, alma, intuición, como queramos denominarla se
comunica, nos habla, nos muestra el camino, sólo que a veces le cerramos la
puerta. Tenemos que tener en cuenta que nuestra mente no va a ser nuestra
aliada en este trabajo ella siempre va a estar dispuesta a seguir engañándonos,
a mantentener nuestra atención despisatada hacia el juego de la ilusión.
Si deseas empezar a
activar tu tercer ojo centra tu atención entre las cejas. Cierra tus ojos,
después, focaliza tus dos ojos justamente en el entrecejo. Si prestas
atención al entrecejo, tus dos ojos quedarán hipnotizados con el tercero, no se
podrán mover. El tercer ojo es como un imán para la atención. Este es uno se los
métodos más sencillos de entrenar la atención, junto con la respiración, porque
no solamente estás tratando de estar atento, sino que la misma glándula te
ayuda, absorbe tu atención, te ayuda a involucionar, volviendo tu conciencia
hacia el interior, ya que a lo que estamos acostumbrados es que esté orientada hacia el exterior.
En los antiguos
textos tántricos se dice que la atención es el alimento del tercer ojo. Este
tercer ojo está muy hambriento, no lo hemos alimentado por mucho, mucho tiempo.
Si le prestas atención, se torna vivo. Una vez sabes que la atención es su
alimento, una vez sientes que tu atención es magnéticamente atraída por la
glándula pineal, la atención deja de ser una cosa difícil. Uno tiene que saber
solamente concentrarse el punto preciso.
Por tanto, cierra
tus ojos, fija la atención en el entrecejo y siente ese punto. Cuando estés
cerca de ese punto, de repente tus ojos se quedarán fijos. Cuando sientas que
es difícil moverlos, es que has conseguido el verdadero punto.
Una vez la atención
está focalizada en el tercer ojo, te
conviertes
inmediatamente en el testigo de tus pensamientos.
Sariputra fue a
Buda. El meditaba profundamente, entonces, muchas cosas, muchas visiones,
empezaron a venir, tal como acontece cuando alguien entre en meditación profunda.
Empezó a ver cielos, infiernos, Ángeles, dioses, demonios. Eran tan reales que
fue corriendo hasta Buda para contarle que había tenido tales y tales visiones.
Pero Buda le dijo: No es nada, son sueños, sólo sueños. Pero Sariputra dijo:
¿Cómo puedo creer que son sueños, si son tan reales?
Buda respondió:
Ahora que estás centrado en el tercer ojo, sueño y realidad son uno. Cualquier
cosa que sueñes será real, y viceversa también.
El tercer ojo es la
puerta que abre al espacio de la conciencia y a los mundos interiores. También
es el principal órgano para gobernar y poder despertar el cuerpo de energía.
Tan pronto como se activa el tercer ojo tiende a iniciarse el movimiento de
diversas corrientes de energía. El proceso inicial del despertar del tercer ojo
tiende a ponernos en contacto con los planos más profundos de la personalidad,
lo cual, por sí mismo supone una importante acción terapéutica. Por supuesto, no
estoy sugiriendo que sea suficiente conectar con el tercer ojo y prescindir de
la terapia, aunque el potencial de este centro es tan grande, que no me
sorprendería que en las próximas décadas se desarrollarán cada vez más las
"terapias del tercer ojo". De momento tenemos una muy efectiva que enseña la
escuela Clairvision. Esta escuela lleva varias décadas enseñando a trabajar apertura del tercer ojo y a darle utilidad dentro del campo terapéutico.
Desde un punto de
vista espiritual, tanto en la tradición cristiana como en la hindú se encuentran
textos que comparan nuestro cuerpo con
un templo. Si pretendiéramos desarrollar dicha analogía, equipararíamos al
tercer ojo con el portal del templo. Cruzando dicho portal se pasa de lo
profano a lo sagrado, del estado donde se lee y se piensa acerca de la vida
espiritual al estado en que se comienza a experimentar. Los
rosetones colocados en las fachadas principales de las catedrales románicas y góticas, representan al tercer
ojo. Sólo se puede observar su belleza cuando lo observamos desde el interior del
templo, únicamente desde el interior podrás apreciar toda su belleza y la intensidad de sus colores; colores que
jamás habrás podido ver en este mundo nuestro. Las historias escritas a través de las imágenes en el resto de las vidrieras son un guiño para entender todo lo que podemos percibir desde nuestro propio interior.
Si
os interesa el tema os recomiendo la lectura del libro: “CÓMO DESPERTAR
DEL TERCER OJO” de
Samuel Sagan.
http://clairvision.org/espanol/libros/como-despertar-tercer-ojo.html
Lourdes Morales Mesa
Professional Certified Coach-PCC
Personal, Executive & Leadership Coaching
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Consultora Cabalista
"Yo no puedo enseñaros nada, sólo puedo ayudaros a encontrar el conocimiento en vosotros mismos, lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría."
Sócrates
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