27 abr 2018

ENEAGRAMA EL CAMINO A NUESTRA ESENCIA





El Eneagrama es un símbolo sagrado que está formado por tres figuras geométricas que encierran tres Leyes naturales y universales, las cuales funcionan tanto a nivel del macrocosmos como en el microcosmos ("Como arriba es a abajo; Como abajo es arriba").

Este símbolo era ya conocido en la antigüedad, Homero, Pitágoras, Sócrates, Platón, Plotino entre otros lo conocían y estudiaban. Sin embargo, con el tiempo cayó en el olvido y será Gurdjieff, un armenio quien a finales del s. XIX lo descubre y entiende intuitivamente que el símbolo debe recoger una sabiduría que tal vez pueda ayudar en la evolución de la psique humana. 

Eneagrama en griego significa 9 líneas y en geometría sagrada simboliza una estrella de nueve puntas.


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El Símbolo y las Leyes.

  • El Círculo, representa la Ley de Uno: la Realidad Toda es Una. Es el infinito, la totalidad, la unidad y  también representa cuando el proceso se ha completado.




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  • El Triángulo, representa la Ley de Tres: todo evento que iniciemos implica la puesta en marcha de tres fuerzas (Activa-Pasiva-Neutral; Positiva-Negativa-Neutral; Tesis- Antítesis-Síntesis; Padre-Madre-Hijo) 

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Todo acontecimiento se inicia con una fuerza que impulsa y motiva a la acción, sin embargo a esta se le va a oponer otra fuerza, que serán los obstáculos y dificultades que se van a presentar al llevar a cabo esa acción. La tercera fuerza, será el resultado producto de ambas. 

Ejemplo: Si el impulso es de 9, la fuerza de oposición es de 3, el resultado será de 6.
Esta Ley funciona en nuestras vidas, si la conocemos y la tenemos en cuenta al iniciar un proyecto o un objetivo, podríamos prever hasta donde vamos a ser capaces de llegar, de esta forma no caeríamos en el victimísmo, ni en la queja.
En nuestro universo nos enfrentamos a la dualidad, siempre enfrentándonos a dos fuerzas opuestas y sin embargo, en vez de movernos de un extremo a otro nuestra labor debe ser alcanzar el equilibrio, el Camino del Medio del que nos habló Gautama Buda; in media virtus de Aristóteles.

Así que vemos que esta Ley de Tres nos está enseñando  que el Universo no es una manifestación de dualidad, sino de trinidad y nuestra labor es posicionarnos en esta tercera fuerza, la neutra, la síntesis, el hijo representado por Jesús el Cristo.


  • La Hexada, representa la Ley de Siete, todo en el Universo está en constante cambio y evolución, todo es dinámico y tiende a transformarse en otra cosa siguiendo un proceso. También se conoce como la Ley de Octavas.

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En esta serie resultante observamos la ausencia de los números 3, 6 y 9 (Ley de Tres).  Cuando procedemos a ver la serie reflejada en el enegrama  vemos como se diseña la figura de la hexada dando forma a un Eneagrama completo.

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Oscar Ichazo, fue discípulo de Gurdjieff y fue él quien hizo en los años 60 la incorporación de la personalidad en el símbolo del Enegrama, donde se reflejan nueve tipos de personalidad básicos denominados eneatipos. Nadie tiene una personalidad pura, todos disfrutamos de variantes, así  que aunque podamos compartir la misma base de eneatipo, las variantes nos van a hacer casi únicos.

El Eneagrama nos habla de 9 tipos de personalidad básica.


Estos nueve hay que multiplicarlos por los tres subtipos que existen (conservación-sexual-social) 

9 x 3= 27 (2+7=9).


Los vientisiete tipos de personalidad que obtenemos los multiplicamos por las alas. Las alas son las vecinas del eneatipo correspondiente. 

27 x 2 = 54 (5+4=9).


Estas cincuenta y cuatro posibilidades de ver el mundo lo multiplicamos de nuevo esta vez refiriéndonos a los dos caminos que podemos recorrer, el de integración y el de desintegración.

54 x 2 =108 (1+0+8=9).


Finalmente obtenemos ciento ocho variantes en la personalidad humana.


El número 108 es un número sagrado. Resulta paradójico descubrir que la distancia aproximada entre la Tierra y la Luna es 108 veces el diametro del Sol. El diámetro del Sol es aproximadamente 108 veces el diámetro de la Tierra. La distancia entre la Tierra y la Luna, es 108 veces el diámetro de la Luna.
Alguna otra curiosidad es que los textos sagrados de la sabiduría hindú llamados Upanishads son 108. Igual que las cuentas del mala y los 108 nombres de la Madre Divina.
La suma de este número nos da como resultado el nueve.


El número 9 en numerología pitagórica y en la cabalista también es el número de la transformación, de la perfección y del misticismo.


Nuestro Ser Interno o Esencia es una energía sutil que necesita de un vehículo humano para poder llevar a cabo su experiencia dentro de este universo material, cuya energía es mucho más densa. Sería algo así como ponerse un traje (igual que los astronautas cuando salen al espacio). Este traje es el cuerpo humano correspondiente que sería el personaje con el que va a interactuar en esta vida. 


Cada ser humano que nace trae incorporado un temperamento de manera innata. Los temperamentos, fueron descritos por Hipócrates en su Teoría de los Humores (siglo V a.C.). Unos siglos después Galeno de Pérgamo (siglo II a.C.) influido por las Tª de los Humores de Hipócrates, desarrollo la tesis de la salud y psicología de los cuatro temperamentos humanos (Colérico- Melancólico- Sanguíneo- Flemático).

El temperamento al ser innato no se va a poder educar, ni modificar, ni transformar. 

Sobre la base del temperamento se desarrollará durante nuestra infancia el carácter y la personalidad. Normalmente confundimos estos tres términos o hablamos como si fueran los mismo, sin embargo, muestran diferencias. El carácter y la personalidad al ser aprendidos son educables y se puede trabajar sobre ellos para transformarlos.


Durante nuestra infancia vivimos algún episodio que  provocó un grado de sufrimiento y angustia insoportable así que buscamos una "solución de emergencia" para superar esa experiencia. La cuestión es que esa "solución" fue generando otros problemas que necesitaban de nuevas soluciones y así es como fuimos creando nuestras trampas mentales y emocionales; así comenzó nuestra danza entre el miedo y el deseo; así es como generamos nuestros mecanismos de defensa, nuestras pasiones (parte oscura de nuestra personaldad) y nuestras virtudes. El producto final de este proceso se llama EGO o modelo mental y es la suma del temperamento, el carácter y la personalidad. 

De los 15 a los 18 años, esta estructura ya se ha cristalizado en nosotros alejándonos del punto central representado en el centro del círculo. Este movimiento que se produce del centro a la periferia es equidistante para todos los eneatipos. A partir de este momento, cada uno de nosotros se situará en uno de los 9 eneatipos y percibirá e interpretará de manera sesgada la realidad. 


En edad adulta, el personaje (Eneatipo o Ego) a terminado poseyendo al actor (Ser Interno o Esencia). Nos hemos olvidado por completo de quienes somos relamente hasta tal punto que nuestro Ser Interno se ha quedado dormido en nuestro interior.  Esto es lo que Gurdjieff llamó "el olvido de sí", ahora nuestro trabajo es el contrario "el del recuerdo de sí".


Conocer nuestro eneatipo es aprender a identificar al personaje con el cual nos hemos identificado, observar su programación, su estrategia, sus miedos y deseos, su mecanismo de defensa, etc... es así como vamos a ir desidentificándonos del personaje y empezando a recordarnos. 
Vamos a ir regresando de la periferia del círculo hacia su centro, este acercamiento se conoce como el despertar y es así como vamos a ir devolviéndole el protagonismo al Ser Interno para que pueda vivir esta experiencia humana esta vez de manera despierta.


El Eneagrama es una herramienta que recoge una profunda filosofía que nos proporciona la sabiduría necesaría para reconocer al personaje, sus limitaciones y el camino para sanarnos.


Tenemos que volver nuestra mirada del mundo externo, el mundo de los sentidos o de los efectos hacia nuestro mundo interno, algo así como "darle la vuelta al calcetín", para descubrir que ahí nos espera  nuestra Bella Durmiente (Esencia) que lleva esperando mucho tiempo, que la recordemos de nuevo y así despertarla.




Próximamente impartiré un curso sobre:
 "Eneagrama: camino de evolución de lo personal a lo transpersonal". 
Los interesados pueden ponerse en contacto conmigo a través del e-mail: lourdes.coachpersonal@live.com


LOURDES MORALES
Coach & Formadora

23 nov 2016

¿DÓNDE PONES TU ATENCIÓN?


Detrás de todo lo que vivimos hay una elección que proviene de nuestro inconsciente y que da como resultado una experiencia que llamamos “consciente”.

Nuestra mente, esa gran desconocida, tiene una relación directa con nuestra calidad de vida. A lo largo de toda nuestra vida desde que somos bebes, estamos grabando contenido en ella. Este contenido son todas nuestras ideas, nuestras percepciones sensoriales, nuestros  deseos y expectativas, así como todas nuestras experiencias de vida. 

Todo este contenido genera unos patrones de conducta que llamamos programación.  La realidad que creamos surge de todo este contenido que hemos programado.


"TEN CUIDADO CON EL TIPO DE PENSAMIENTOS QUE COLOCAS EN TU MENTE".

Dentro del contenido de nuestra mente inconsciente hay una gran parte que nos ayuda, nos facilita la vida, nos hace lograr lo que deseamos y otra parte del contenido almacenado  nos limita,  bloquea y no nos hace la vida más fácil, ni ser más eficientes. Así que es interesante aprender a detectar este contenido para poder “limpiarlo”.

Cada temporada, algunos tenemos la buena costumbre, de hacer  limpieza de armarios, revisar lo que no nos sirve, lo que ha dejado de sernos de utilidad y donarlo o si está viejo y roto mandarlo directamente a la basura. Este mismo proceso tendría que ser imperativo cuando hablamos del contenido de nuestra mente y aquello que no sirve “tirarlo”.


Cada final de año, reservo un espacio para reflexionar y revisar el contenido de mi mente;  cuántas experiencias y aprendizajes nuevos he tenido este año, observando cómo se va ampliado mi zona de confort  más y más cada año. Selecciono lo que  tengo que desechar, pensamientos o comportamientos que no me hacen la vida más fácil, ni más bella, ni más plena, ni más amorosa. Qué objetivos, qué logros quiero alcanzar para el año nuevo y de qué pensamientos y comportamientos me tengo que acompañar para poder lograrlos.

Todo lo que vivimos y experimentamos en nuestra vida son elecciones que hacemos. Y estas elecciones se crean de ese contenido inconsciente. Si nuestro sistema de pensamiento está basado en el miedo o en la culpa viviremos en constante agonía, intentando controlarlo todo  o protegiéndonos de las proyecciones catastróficas con las que miramos nuestro futuro. Si esto es lo que vives en tu vida, sé consciente de que te lo estás programando tú y que parece que no te lo estás poniendo  muy fácil.

Los hechos que ocurren en nuestro día a día son neutros, es cómo los interpretamos y los vivenciamos lo que les da una valoración positiva o negativa y una carga emocional concreta.


¿Dónde pones la atención?

Como Humanidad hemos puesto nuestra atención en nuestros pensamientos y en la identidad creada por estos. Y nos hemos olvidado de nuestra parte esencial, de esa chispa divina que todos llevamos dentro y que nos proporcionaría la estabilidad que la mente no nos puede dar.

Cada instante que vivimos es un Universo entero y lo pasamos por alto. Es algo tan simple y a la vez tan conectado a la vida que no lo valoramos, nuestro programa, no nos lo permite.

En ocasiones, la vida nos coloca ante situaciones o en relaciones que no nos gustan, sin ver la gran oportunidad que se nos está ofreciendo al mostrarnos el reflejo de una parte nuestra que no nos gusta. Nos estamos protegiendo de nosotros mismos, miramos hacia otro lado y, sin embargo, la vida nos lo muestra para que seamos capaces de ver qué es lo que nos está impidiendo ser más grandes, alcanzar la plenitud como seres humanos e ir perfeccionándonos. La vida nos coloca en situaciones donde podemos superarnos e ir más allá de nosotros.

De aquí la importancia de “limpiar” ese contenido que nos limita, bloquea o paraliza y que, a modo de patrones que se repiten una y otra vez en nuestra vida, haciéndonos sentir que la vida no es una experiencia fácil y amorosa.

Cuando pregunto: ¿dónde pones tu atención? Es para hacerte reflexionar hacia dónde señalas con tu dedo, ¿Señalas al otro o te señalas a ti? Recuerda que tu realidad es una proyección de tu mente, de lo que has programado en ella y que has elegido libremente creer que esa es la realidad. 


Ahora sabiendo que es tu realidad subjetiva, puedes realizar una nueva elección, esta vez consciente, revisando, profundizando, identificando lo que ya no te sirve y transformándolo.

"EL QUE PUEDE CAMBIAR SUS PENSAMIENTOS, PUEDE CAMBIAR SU DESTINO". Stefhen Crane

Toda causa tiene un efecto, Newton decía: “A toda acción le corresponde una reacción”. Lo que siembras es lo que vas a cosechar. El efecto, la reacción o la cosechas es lo estás experimentando en tu vida. Si no te gusta no pierdas el tiempo en los efectos, acude a la causa, a la acción y rectifica esa conducta o esos pensamientos para que las emociones que vivas  sean aquellas que te hacen sentir la vida más plena.




                     "TUS PENSAMIENTOS CONSTRUYEN TU VIDA, ELÍGELOS BIEN".

No es magia, es un trabajo de ecología, responsabilidad y mucha voluntad para vivir la vida que quieres realmente vivir y ser la persona que deseas ser. 


"El Alma se tiñe del color de tus pensamientos. 
Piensa sólo en aquellas cosas que están en línea con tus principios y 
que puedan ver la luz del día.
El contenido de tu carácter lo eliges tú. 
Día a día, lo que eliges, lo que piensas, y lo que haces, es en lo que te conviertes. 
Tu integridad es tu destino, es la Luz que guía tu camino"

Heráclito de Éfeso (Éfeso, Turquía, 535 a. C. - 475-474 a. C., Ibd.)

LOURDES MORALES

Professional Certified Coach-PCC
Personal, Executive & Leadership Coaching


7 jul 2016

NO ES LO MISMO SENTIRSE ILUMINADO QUE ESTAR ILUMINADO



Nos cuentan que estamos viviendo el final de una Era conocida como el Kali-Yuga, que traducido del sánscrito significa Edad de la Confusión y del Conflicto. Este tiempo comenzó en el 3102 a.C. después de la gran batalla del Mahabharata y es conocido como la Edad de la Oscuridad. Sin embargo, con lo horrendo, terrible y aburrido que es el Kali-Yuga, es de hecho una vía rápida para la comprensión de Dios.

“Algunos alcanzarán la sabiduría en un breve lapso, ya que los méritos adquiridos en un años de Tretra-Yuga puede ser obtenido en un día en la Edad de Kali-Yuga”.   Shiva Purana

En los textos sánscritos como el Linga Purana o el Vishnu Purana se mencionan algunos síntomas de esta época:

·         Los ladrones se convertirán en reyes, y los reyes serán los ladrones.
·     Los gobernantes confiscarán la propiedad y la usarán mal. Ellos dejarán de proteger a la gente.
·         Habrá muchas personas desplazadas, vagando de un país a otro.
·         Los fetos serán asesinados en los vientres de sus madres.
·         La gente preferirá elegir ideas falsas.
·         Nadie será capaz de confiar en alguien más.
·         La gente será envidiosa.
·    Gente sufriendo de hambre y miedo buscará protección en refugios subterráneos.
·         Las muchachas jóvenes harán comercio con su virginidad.
·        
¿Os suenan los síntomas?
Pues fueron escritos hace más de 4.000 años en Los Vedas.

Estamos viviendo la mayor separación que un Ser puede experimentar de su Origen. Y aunque estamos acostumbrados ya que es lo que siempre hemos experimentado, es muy duro y difícil. A su vez, es una oportunidad magnifica de dar un gran salto de conciencia.

”Bienaventurados los hijos del Kali Yuga; como a ellos nada se les ha dado, nada les será exigido”. Texto tántrico



Así que como Humanidad estamos en un momento ascendente y acercándonos a un nuevo renacimiento, una nueva Edad Dorada llamada en sánscrito Satya-Yuga, época de la Verdad.

Por esta razón en nuestros días numerosas personas sentimos el deseo o  la necesidad de seguir un camino espiritual, meditar, cuidar el espíritu, hablar del Amor, de la Paz, de cómo hacer un mundo mejor, etc… Todo en pos de ir ganando más y más terreno para ir alcanzando la lucidez absoluta, la sabiduría más elevada o la llamada iluminación (aunque sabemos que no es fruto de una sola vida terrenal, sino de la suma del trabajo realizado en muchas vidas). Y sin embargo, a veces me cruzo con personas que cuando cuentan sus experiencias me hacen preguntarme si muchos de ellos saben muy bien lo que buscan y en otras ocasiones siento que para algunos no es más que una nueva moda para sentirse un poquito más especiales que el vecino. 


Realmente trabajando en ello tenemos la posibilidad de alcanzar estados de conciencia más elevados y una lucidez creciente en nuestra evolución personal. Pero el objeto de este comentario son los pseudo-iluminados, personas que creen estar "iluminadas", cuando la observación desde el exterior es que se trata personas con neurosis de soberbia.


Ante lo cual me pregunto… ¿Es lo mismo sentirse iluminado que estar iluminado?

Claramente no. Diferentes sabios, a lo largo de la historia, han señalado los peligros del camino espiritual y muy especialmente el riesgo de la soberbia. Las personas más avanzadas en este camino nos previenen siempre para que evitemos caer en este peligro.

¿Y no es soberbia pretender que es uno mismo, él solito, el que sabe su grado de iluminación?

¿Cómo podemos evaluar el estado de lucidez de las personas que dicen estar iluminadas? 

Para tener un criterio objetivo de validación de diferentes estados de conciencia, tengo en cuenta el modelo de Ken Wilber de los cuatro cuadrantes.


Hay cuatro perspectivas desde las que conocer la realidad:


1-    La primera de ellas sería la dimensión subjetiva individual. Lo que alguien tiene en su interior y que sólo puede ver él mismo.
El cuadrante superior izquierdo se refiere a lo “interior” de la individualidad. El criterio de validez para este cuadrante es LA VERACIDAD.
En esta fase subjetiva individual, la persona se sentirá de una forma especial, diferente a la habitual. También se sentiría bien internamente, con equilibrio, paz, armonía, salvo si sufre algún periodo de crisis naturales en este proceso de despertar.
Sin embargo, si se siente malhumorado, irritable, es cínico o desprecia a muchas personas, dudo mucho de que dicha iluminación sea real... Y si necesita contarle a todo el mundo que está en un camino para iluminarse o que ya está iluminado, podemos asegurar, casi con total certeza que la luz se le ha quedado lejos... A esto se le puede llamar egocentrismo, narcisismo o incluso megalomanía (es una condición psicopatológica caracterizada por fantasías delirantes de poder, relevancia, omnipotencia y por una henchida autoestima, sentirse especial a los demás), pero nada de esto se da precisamente en las personas iluminadas de verdad...
“No se trata de saber si el mapa coincide con el territorio sino verificar la fiabilidad del cartógrafo”.

2-    La segunda es la dimensión objetiva individual. Lo que es observable por cualquiera, desde el exterior.
Este cuadrante superior derecho su criterio de validad se corresponde con LA VERDAD.
En esta fase será en la que por parte de cualquier observador imparcial se comprobara que esa persona, tiene una actitud nueva, más positiva y realista ante la realidad.
El “territorio” debe coincidir con el “mapa”.

3-    La tercera la dimensión subjetiva colectiva externa. Lo que se ve desde dentro de un grupo por sus miembros.
Este enfoque considera la forma en que la comprensión mutua permite la relación entre los sujetos. El criterio de validez será COMUNITARIO Y NORMATIVO EN RELACIÓN A LA JUSTICIA.
Se supone que sus relaciones tendrían que ser armónicas con las personas, no de dominación, manipulación, ni sumisión. Se supone también que sería alguien que no va generando sufrimiento y malestar en otros y que  tiene actitudes leales, adecuadas y empáticas ante sus semejantes.

4-    La cuarta la dimensión exterior objetiva. Lo que se ve desde fuera, en un grupo por parte de cualquier observador.
Aquí apunta a la sociedad donde estamos inmersos y la prueba de validez es EL AJUSTE FUNCIONAL que se relaciona con el sistema total.
¿Es alguien que tiene la capacidad de reinventarse en su vida? ¿Es alguien que sabe manejarse con las finanzas y en el mundo material? ¿Sabe compartir? Etc…



Así que tenemos que lo primero que nos lleva a este “despertar” es un fenómeno que denominamos “darse cuenta” y que se produce gracias a la facultad de la conciencia de llegar a ser consciente.

Dependiendo de la naturaleza que “veamos”, experimentaremos un efecto mayor o menor en nosotros, en nuestra identidad, en nuestra estructura psicológica, en nuestra gestión emocional. Darse cuenta de programaciones emocionales que limitan nuestra vida, tiene un efecto transformador muy profundo cuando los traemos a la consciencia y los elaboramos para deshacernos de ellas.

Resumiendo, la conciencia tiene la facultad de volvernos conscientes, y dependiendo de la naturaleza de lo que vamos despertando, esto tendrá un impacto mayor o menor en la transformación interior de cada uno.

En ocasiones aquello de lo que podríamos ser conscientes, es demasiado grande para lo que podemos asimilar, y existen mecanismos psicológicos para que este “darse cuenta” no se produzca, se llama Negación y es la razón por la que en algunas personas no se produce transformación.

Cuando dos visiones lejanas, opuestas o divergentes se encuentran, generan fricción, ésta se experimenta con rechazo y malestar interior. Lo cual hace que apartemos la información que nos llega hasta más adelante o de forma permanente. Estos mecanismos frenan o hacen el despertar de la conciencia progresivo, ya que mucha luz sería cegadora, y es necesario asimilar primero para poder procesar más luz adelante.

El despertar de la conciencia es un camino que cuando se inicia no tiene ni fin ni retorno. Una vez lo iniciamos, no hay vuelta atrás.



Este proceso de despertar es un viaje transformador que afecta a nuestro cuerpo, mente, emociones, a nuestro sistema energético, a nuestras relaciones, a nuestros valores y motivaciones, a  nuestro estilo de vida, afecta a nuestra Alma y afecta al Mundo.


LOURDES MORALES
Professional Certified Coach-PCC
Personal, Executive & Leadership Coach

lourdes.coachpersonal@live.com

5 jun 2016

EL EGO Y SUS JUEGOS.



La vida es una búsqueda para conocerte a ti mismo. Para ello necesitas un espejo, que son tus relaciones. Cada una de las relaciones que tienes con otros seres humanos te cuentan aspectos de tu propio ser. Pueden reflejarte exactamente como eres o mostrar aspectos tuyos que conlleven una carga negativa que tu odies.




¿Estás dispuesto a admitir que cuando discutes con alguien contra quien realmente te estás peleando es contra tu propia sombra oculta lejos de tu conciencia, proyectada en esa persona por tu ego? ¿Puedes considerar siquiera la posibilidad de que el verdadero final de un largo conflicto está en realizar un trabajo interno, un trabajo que cada uno de nosotros tiene que hacer continuamente? 

La clave está en nuestra exagerada reacción emocional hacia el comportamiento de la otra persona. Cuando nos aprietan las tuercas nuestra parte oscura se estimula. Alguien cercano a nosotros está actuando como reflejo nuestro y normalmente no queremos verlo. ¿Qué es lo que realmente no nos permite percibir nuestras relaciones con los demás como una experiencia de aprendizaje para nuestra transformación y desarrollo? El Ego.

El Ego está constantemente trabajando para destruirte a ti y a tus relaciones. Brutal, porque no actúa de manera sutil sino de forma evidente y descarada, sin embargo es muy difícil de dominar. 

Cuando nos encontramos dominados por nuestro ego, la opinión que se tiene de uno mismo está distorsionada, el verdadero “yo” se aleja y conocerse a uno mismo se complica

¿Qué es el ego? 

Es una máscara, que necesita halagos, sentirse especial, la aprobación de los demás, necesita tener el control de las situaciones y personas, quiere tener el poder porque en lo más profundo de su ser hay inseguridad.

El ego es un personaje que se va creando y que nos aleja de la sencillez y se caracteriza por la complicación, es como una actuación del ideal, una falsa autoestima que se necesita proyectar para que nadie vea la gran inseguridad que se esconde en el interior.

Cuando el ego no es alimentado por el exterior, la persona se siente mal, las emociones pueden experimentar todo tipo de sensaciones negativas, como la rabia, pena, miedo, etc…

Cuando la persona recibe críticas, siente que no es aceptada y no se le reconoce, es cuando la máscara se cae y nos podemos dar cuenta de que en realidad no somos quien nos pensamos.



Los juegos del ego son:
  1. Dominación.
  2. Rechazo a ser dominado.
  3. Yo tengo la razón.
  4. Encubrirse.
  5. Lucha por la supervivencia.
Vamos a profundizar en las formas en que se manifiesta el ego en nuestra relación con los demás.

Dominación

A menudo tendemos a sentirnos seguros en una relación porque tenemos control sobre ella. Queremos que se nos escuche siempre. Que se acepten nuestras ideas y opiniones. Nos gusta sentir que nos necesitan. Esta conducta conduce a la dominación en una relación.

Hay diferentes formas de dominación:
  • Dominación directa: Cuando no te preocupa el daño que puedas causar a la otra persona ni tienes ninguna consideración hacia los sentimientos u opiniones del otro. Esto es la dominación por la fuerza, donde hay una amenaza a la seguridad o la supervivencia del otro. Con tales amenazas, conseguimos que el otro se pliegue a nuestros deseos. 
  • Te doblegas para ser querido: Están también los que quieren que los demás piensen que son humildes, comprensivos y compasivos. Esa forma de practicar la humildad es otro juego del ego. Te doblegas para que te quieran. Manipulas y controlas todo el tiempo haciendo creer a los demás que sólo estás preocupado por su bienestar.
  • Dominación a través de la culpa: Cuando se te hace imposible un control directo, empleas el arma sutil de culpar para alcanzar tu objetivo. Haces que el otro se sienta tan culpable, que tiene que aceptar tus deseos en un intento de evitar el remordimiento de que pueda haberte causado un terrible daño. 
Rechazo a ser dominado.

Por un lado deseamos dominar y por el otro nos rebelamos contra la dominación. Deseamos tener nuestro control en cada cuestión y te rebelas cuando los otros intentan hacer lo mismo. Otras veces, empleamos las mismas estrategias de rechazo directo o sutil culpando o manipulando.

Yo tengo la razón.

Esto lo puedes ver sobre todo cuando te relacionas con alguien. Durante el curso de la conversación, o estás intentando conseguir algo de la otra persona o no estás permitiendo que la otra persona consiga algo de ti. Te defiendes. 
Es un descosido en la tela del amor y la amistad y, una vez que la tela se descose, seguirá rasgándose cada vez más hasta que la relación se rompa completamente.

Encubrimiento y lucha por la supervivencia.

¿Qué pasa cuando alguien apunta tus errores? ¿Qué pasa cuando alguien intenta influir en tus opiniones? Inmediatamente te sientes inseguro y lo que sigue son un montón de mentiras y de historias. La lucha por la supervivencia es continua. Y si al final las cosas no salen como esperabas te encargas de tapar el fracaso dando un montón de razones.
Finalmente, el ego se desequilibra. Te haces daño a ti mismo y no eres capaz de perdonar al otro. Te vuelves inconsciente y egocéntrico. Hay un conflicto enorme que conduce a la pérdida de energía. Lo que conlleva una pérdida total del sentido de paz y bienestar.
El ego también lleva al fracaso de la inteligencia. Una persona egocéntrica no es capaz de escuchar a los demás, por consiguiente, no es capaz de aprender. No puede escuchar otros puntos de vista, no puede adquirir nuevas ideas. Si vives centrado en el ego, no tienes libertad para cambiar tu postura. 

¿Cómo te liberas del ego?

Es posible liberarse de el, cuando hay consciencia. Ser consciente del ego cuando está actuando, es estar libre del ego. Porque aunque el ego sea tan dañino, tan venenoso, tan peligroso y para nada rentable, si eres consciente de el, automáticamente, se hace débil.
No harás nada que pueda dañarte. Esta es la naturaleza de cada ser humano. Así que si puedes ver el daño que el ego te causa, entonces el ego deja de estar. Si puedes ver cómo te están haciendo sufrir tus actitudes basadas en el ego, no volverás a actuar desde el ego. Dejarás de hacerlo, porque sabrás que no es bueno para ti. 

Eso es todo lo que hay que hacer. Todo ocurre de forma natural. El problema es que no ves cómo las estrategias del ego te hacen sufrir. Si puedes verlo, eres libre. 
Si no lo ves o no ves que te está perjudicando, cualquier cosa que hagas para liberarte del ego, sólo permitirá perpetuarlo. “No hay ningún final para este juego si no lo ves”.

Es importante que seas capaz de ver que todas las necesidades de aceptación exterior no son más que ilusiones, fantasías que tu ego ha creado.

No necesitas nada de eso para ser feliz, lo único que necesitas es sumergirte en la sencillez y humildad. 

No pretendas ser más, ni creas que eres menos, porque al final todos somos iguales.


LOURDES MORALES
Professional Certified Coach-PCC
Personal, Executive & Leadership Coach