30 oct 2011

RESPIRANDO: INHALA...EXHALA...

La respiración es una de las funciones vitales más importantes. Se dice que aprender a respirar correctamente es aprender también a vivir correctamente.

La mayoría de las personas respiramos mal. El estrés y la ansiedad, hacen contener la respiración y al dejar de respirar aumenta el miedo y la ansiedad, por la escasa ventilación aeróbica.

Una buena respiración nos aporta energía y serenidad.

La respiración consta de 2 importantes funciones mecánicas:

1. Hacer que el aire empobrecido –por haber soltado toda su vitalidad- suba de las células pulmonares a las ventanas de la nariz y expulsarlo como aire malsano (el aire que permanece en los pulmones por más de 2 o 3 minutos se torna nocivo)

2. Llevar a los pulmones la mayor cantidad posible de aire fresco y renovado después de haber expulsado el aire empobrecido

Al respirar, el promedio de las personas están renovando con aire fresco sólo la mitad superior de los pulmones, quedándose la mitad inferior llena de aire viciado, el que se transforma en gas que envenena y debilita constantemente la sangre, haciéndose más mortífero cada hora que pasa.

El único medio de eliminarlo, es haciendo ejercicios que obliguen a los pulmones a expandirse y moverse –varias veces al día- haciendo respiraciones y exhalaciones profundas y largas. La naturaleza intenta que el hombre respire profundamente y cambie todo el aire en sus pulmones cada minuto de su vida.

Así que tomemos consciencia de la importancia de la respiración y ayudemos a la naturaleza en esta “función automática”.

Os propongo un ejercicio que enseño a mis clientes en las sesiones de coaching para que aprendan a respirar debidamente y así controlar la ansiedad,  o en su caso, obtener más energía.


Este ejercicio hay que repetirlo durante el día, es muy sencillo:
  • Con la cabeza recta y los hombros hacia atrás, inspira profundamente por la nariz  (notarás que tu estómago se hincha) y contén unos segundos la respiración. Expulsa lentamente el aire mientras notas como el abdomen se contrae y vuelve luego a su posición inicial.
  • Dependiendo de la frecuencia de la respiración podemos obtener unos beneficios u otros. Si es rápida y rítmica nos aporta energía, mientras que una respiración más pausada nos ayuda a controlar el estrés y la ansiedad o tiene beneficios en caso de problemas cardiovasculares.
  • Es recomendable aprovechar los primeros minutos del día para oxigenarnos, por lo tanto, es necesario hacer de los ejercicios de respiración un hábito diario. Nuestra salud física y mental se verá beneficiada considerablemente.
Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal, Profesional y de Equipos

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