"El Zahír todopoderoso parecía nacer en cada ser humano, ganar su fuerza total durante la infancia e imponer sus reglar, que a partir de entonces serán siempre respetadas:
La gente diferente es peligrosa, pertenece a otra tribu, quiere nuestras tierras y a nuestras mujeres.
Tenemos que casarnos, tener hijos, reproducir la especie.
El amor es pequeño, sólo da para una persona y, cuidado: cualquier intento de decir que el corazón es mayor que eso se considera maldito.
Cuando nos casamos, estamos autorizados a tomar posesión del cuerpo y del alma del otro.
Tenemos que trabajar en algo que detestamos porque formamos parte de una sociedad organizada, y si todos hicieran lo que les gusta, el mundo no avanzaría hacia adelante.
Hay que comprar joyas; nos identifican con nuestra tribu, igual que los piercings identifican a una tribu diferente.
Debemos ser simpáticos y tratar con ironía a la gente que expresa sus sentimientos; es un peligro para la tribu dejar que uno de sus miembros muestre lo que siente.
Es preciso evitar al máximo decir «no», porque gustamos más cuando decimos «sí», y eso nos permite sobrevivir en un terreno hostil.
Lo que los demás piensan es más importante que lo que sentimos.
Jamás hagas escándalos, puedes llamar la atención de una tribu enemiga.
Si te comportas de modo diferente, serás expulsado de la tribu porque puedes contagiar a los demás y desintegrar lo que ha sido tan difícil de organizar.
Debemos tener siempre en mente cómo permanecer dentro de nuestras chozas, y si no sabemos, llamamos a un decorador, que hará lo mejor para demostrarles a los demás que tenemos buen gusto.
Hay que comer tres veces al día, incluso sin hambre; debemos ayunar cuando nos salimos de los cánones de belleza, aunque estemos hambrientos.
Debemos vestirnos como manda la moda, hacer el amor con o sin ganas, matar en nombre de las fronteras, desear que el tiempo pase de prisa y que llegue la jubilación, elegir a los políticos, quejarnos del coste de la vida, cambiar de peinado, maldecir a los que son diferentes, ir a un culto religioso los domingos, o los sábados, o los viernes, dependiendo de la religión, y allí pedir perdón por nuestros pecados, llenarnos de orgullo porque conocemos la verdad y despreciar a otra tribu que adora a un dios falso.
Nuestros hijos deben seguir nuestros pasos; después de todo, somos mayores y conocemos el mundo.
Tener siempre un título universitario, aunque no vayamos a conseguir nunca un trabajo en aquello que nos obligaron a escoger como profesión.
Estudiar cosas que jamás usaremos, pero que alguien dijo que era importante conocer: álgebra, trigonometría o el código Hammurabi.
Jamás disgustar a nuestros padres, incluso aunque eso signifique renunciar a aquello que nos hace felices.
Escuchar música a volumen bajo, hablar bajo, llorar a escondidas, porque yo soy el Zahir todopoderoso, aquel que dictó las reglas del juego, la distancia de los raíles, la idea del éxito, la manera de amar, la importancia de las recompensas." PAULO COELHO
Ser feliz, vivir la plenitud es muchas veces diferente de todo aquello que estamos viviendo, o cambiamos de una vez, o seremos más infelices y seguiremos siendo esclavos.
Según vas despertando y observas la realidad, lo primero que haces es preguntarte ¿qué hago yo aquí?, ¿por qué estoy obedeciendo todo esto que no me hace sentir bien?, ¿quién estableció estas reglas?, ¿qué mantiene a la gente dormida?
Cuando te haces estas preguntas todo tu mundo empieza a caer. Esta deconstrucción te da la gran oportunidad de co-crear tu nuevo mundo desde el amor y la libertad. Ahora conoces el rumbo que deseas tomar, ya sabes hacia donde se dirigen tus pasos. Das valor a lo que importa y desechas lo que no.
Poder ver con claridad quien eres y hacia donde vas tiene un valor incalculable. El camino se hace ligero, divertido, alegre, esperanzador y aunque siga habiendo cumbres y valles uno lo hace desde la consciencia de que todo es aprendizaje para crecer y sabiendo que todo pasa.
¿Estas dispuesto a despertar?
- Evaluar y reevaluar lo que crees y cómo llegaste a creerlo
- Considerar la posibilidad de hallar sabiduría en personas que piensan diferente que tú.
- Entender que más importante que "saber" o "poseer " la verdad es participar y engrandecer el conocimiento colectivo en el que vamos encontrando cada vez más respuestas.
- Dejar de ser un espectador por el que alguien más decide y tomarte la molestia de pensar por ti mismo y tener voz y voto, es tu vida.
La película Matrix, es una parábola moderna que puso al mundo a pensar sobre el verdadero significado de la palabra realidad. Te recomiendo que la veas más allá de las coreografías de lucha y observa como el golpe más certero te lo propinan a ti como espectador.
Vídeo:
La gente diferente es peligrosa, pertenece a otra tribu, quiere nuestras tierras y a nuestras mujeres.
Tenemos que casarnos, tener hijos, reproducir la especie.
El amor es pequeño, sólo da para una persona y, cuidado: cualquier intento de decir que el corazón es mayor que eso se considera maldito.
Cuando nos casamos, estamos autorizados a tomar posesión del cuerpo y del alma del otro.
Tenemos que trabajar en algo que detestamos porque formamos parte de una sociedad organizada, y si todos hicieran lo que les gusta, el mundo no avanzaría hacia adelante.
Hay que comprar joyas; nos identifican con nuestra tribu, igual que los piercings identifican a una tribu diferente.
Debemos ser simpáticos y tratar con ironía a la gente que expresa sus sentimientos; es un peligro para la tribu dejar que uno de sus miembros muestre lo que siente.
Es preciso evitar al máximo decir «no», porque gustamos más cuando decimos «sí», y eso nos permite sobrevivir en un terreno hostil.
Lo que los demás piensan es más importante que lo que sentimos.
Jamás hagas escándalos, puedes llamar la atención de una tribu enemiga.
Si te comportas de modo diferente, serás expulsado de la tribu porque puedes contagiar a los demás y desintegrar lo que ha sido tan difícil de organizar.
Debemos tener siempre en mente cómo permanecer dentro de nuestras chozas, y si no sabemos, llamamos a un decorador, que hará lo mejor para demostrarles a los demás que tenemos buen gusto.
Hay que comer tres veces al día, incluso sin hambre; debemos ayunar cuando nos salimos de los cánones de belleza, aunque estemos hambrientos.
Debemos vestirnos como manda la moda, hacer el amor con o sin ganas, matar en nombre de las fronteras, desear que el tiempo pase de prisa y que llegue la jubilación, elegir a los políticos, quejarnos del coste de la vida, cambiar de peinado, maldecir a los que son diferentes, ir a un culto religioso los domingos, o los sábados, o los viernes, dependiendo de la religión, y allí pedir perdón por nuestros pecados, llenarnos de orgullo porque conocemos la verdad y despreciar a otra tribu que adora a un dios falso.
Nuestros hijos deben seguir nuestros pasos; después de todo, somos mayores y conocemos el mundo.
Tener siempre un título universitario, aunque no vayamos a conseguir nunca un trabajo en aquello que nos obligaron a escoger como profesión.
Estudiar cosas que jamás usaremos, pero que alguien dijo que era importante conocer: álgebra, trigonometría o el código Hammurabi.
Jamás disgustar a nuestros padres, incluso aunque eso signifique renunciar a aquello que nos hace felices.
Escuchar música a volumen bajo, hablar bajo, llorar a escondidas, porque yo soy el Zahir todopoderoso, aquel que dictó las reglas del juego, la distancia de los raíles, la idea del éxito, la manera de amar, la importancia de las recompensas." PAULO COELHO
Ser feliz, vivir la plenitud es muchas veces diferente de todo aquello que estamos viviendo, o cambiamos de una vez, o seremos más infelices y seguiremos siendo esclavos.
Según vas despertando y observas la realidad, lo primero que haces es preguntarte ¿qué hago yo aquí?, ¿por qué estoy obedeciendo todo esto que no me hace sentir bien?, ¿quién estableció estas reglas?, ¿qué mantiene a la gente dormida?
Cuando te haces estas preguntas todo tu mundo empieza a caer. Esta deconstrucción te da la gran oportunidad de co-crear tu nuevo mundo desde el amor y la libertad. Ahora conoces el rumbo que deseas tomar, ya sabes hacia donde se dirigen tus pasos. Das valor a lo que importa y desechas lo que no.
Poder ver con claridad quien eres y hacia donde vas tiene un valor incalculable. El camino se hace ligero, divertido, alegre, esperanzador y aunque siga habiendo cumbres y valles uno lo hace desde la consciencia de que todo es aprendizaje para crecer y sabiendo que todo pasa.
¿Estas dispuesto a despertar?
- Evaluar y reevaluar lo que crees y cómo llegaste a creerlo
- Considerar la posibilidad de hallar sabiduría en personas que piensan diferente que tú.
- Entender que más importante que "saber" o "poseer " la verdad es participar y engrandecer el conocimiento colectivo en el que vamos encontrando cada vez más respuestas.
- Dejar de ser un espectador por el que alguien más decide y tomarte la molestia de pensar por ti mismo y tener voz y voto, es tu vida.
La película Matrix, es una parábola moderna que puso al mundo a pensar sobre el verdadero significado de la palabra realidad. Te recomiendo que la veas más allá de las coreografías de lucha y observa como el golpe más certero te lo propinan a ti como espectador.
Vídeo:
Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal, Profesiona y de Equipos.
Lu, gracias como siempre por este post. No he visto Matrix y, curiosamente, ayer mismo me la recomendaron (a parte de tí).
ResponderEliminarLe he pedido a un amigo que me la pase.
Así podremos intercambiar opiniones.
Un besazo muy muy gordo