Nuestra inconsciencia en relación a nuestras estrategias nos provoca mucho sufrimiento y usamos estas para evitar sentir ese miedo o ese dolor. Estamos convencidos de que esa es la forma de poder sobrevivir y que no es seguro abrirse y ser vulnerable. Sin embargo, esto tiene consecuencias y es que los otros reaccionan a nuestras estrategias.
Hay varios tipos de estrategias que vamos a ir viendo poco a poco en este blog. La primera de las estrategias de la que voy hablaros es:
ESTRATEGÍA DE LA EXIGENCIA Y CONDENA.
Cuando no se consigue lo que quiere surge el enfado y exige.
La exigencia dice: “Yo me lo merezco, lo quiero ahora y no me importan tus necesidades o tus excusas”.
La energía de la exigencia y de la condena es agresiva. Usamos ambas para intimidar y dominar a la otra persona y así conseguir lo que queremos. Detrás de la condena está la exigencia de que la otra persona cambie, de esta forma no tenemos que sentir el dolor de no conseguir lo que queremos y no tenemos que responsabilizarnos de nuestro papel en esta situación. Por el contrario, podemos culpar a otra persona.
Se necesita tomar conciencia de manera muy clara para poder regresar esa energía dentro, sentir el dolor de no conseguir lo que queremos en ese momento y darnos cuenta de cómo estoy contribuyendo yo a esa situación.
Hay una línea muy fina entre expresarnos con pasión y culpabilizar; es más fácil lanzarse a un ataque de la otra persona en lugar de sólo expresar nuestro dolor y nuestra frustración.
La exigencia y la condena, generalmente provoca que los demás se sientan intimidados o enfadados y se cierren. Eso hace aumentar nuestro pánico y también el pánico del niño interior de la otra persona, y entonces sale esta exigencia y esta condena con más fuerza aún.
En próximos capítulos escribiré sobre otras estrategias como la de la manipulación, la de la súplica, la de la venganza y la de la resignación.
Lourdes Morales
Coach Co-Active
Desarrollo Personal y Profesional