26 may 2013

EL PODER DE ELEGIR




Podemos elegir la vida que queremos vivir y podemos apostar e ir a por ello. Muchas personas creen que no pueden elegir y por eso no se deciden a cambiar o afrontar nuevos retos en sus vidas.

Decía Henry Ford: “Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, tienes razón”. Importa donde quieras poner el foco de tu atención, si crees que puedes lograr algo seguro que haces todo lo posible para que eso ocurra.

Nuestras creencias influyen en nuestra eficacia.

Lo que diferencia a una persona que es protagonista de su vida, de otra que va de víctima por la suya, es la confianza y la calidad de su autoestima.

Cuando una persona tiene confianza en si mismo y en la vida, dispone del valor para obrar, tiene ánimo para llevarlo a cabo y la decisión de ir a por ello, desapegándose del resultado final.
 
La buena autoestima es aquella que hace que tengamos una buena valoración de nosotros mismos; no es difícil encontrar personas que tienen una buena autoestima profesional y una baja autoestima personal o viceversa.

Cuando tenemos una buena autoestima, disfrutamos con los retos, nos respetamos y hacemos respetar, tenemos más pensamientos positivos y mayor seguridad en nosotros.  

Por eso es de vital importancia, que todos y cada uno de nosotros dediquemos tiempo a profundizar en el conocimiento de nosotros mismos, que prestemos atención a todo aquello que pensamos, sentimos o hacemos de manera negativa  y que nos están dificultando experimentar nuestro liderazgo.

La finalidad de la auto conciencia y del auto conocimiento es ser la mejor versión de nosotros mismos y alcanzar una vida mucho más plena, ese es el verdadero liderazgo. Sólo aquellos que se conocen bien a sí mismos, son capaces de identificar que subyace en sus inconsciente para poder llevar a cabo transformaciones, desarrollando su máximo potencial y auto-dirigirse con éxito en la vida.
 


LOURDES MORALES
Personal, Executive & Team Leader Coach
 

12 may 2013

COMO VEMOS EL MUNDO.



Las aportaciones de Carl Jung, psicólogo suizo,  en torno a los tipos psicológicos de personalidad establecen una conexión entre los estilos de aprendizaje y las relaciones interpersonales.
Jung menciona que toda actividad consciente ocurre en el individuo a través de dos procesos perceptivos: sensitivo e intuitivo y dos procesos para la toma de decisiones: racional y emocional. Todos los individuos utilizan los cuatro procesos. La diferencia está en el proceso dominante, caracterizando así la manera en que la persona maneja su vida.

Otra dimensión que define el comportamiento, según Jung, tiene que ver con el interés hacia las cosas: extroversión e introversión.

Jung encontró que las cuatro funciones –sensitivo, intuitivo, racional y emocional– pueden ser expresadas de forma distinta por los individuos que tienen preferencias extrovertidas y por los de preferencias introvertidas.

Para describir las cuatro funciones de manera breve,  Jung dijo: “el sensitivo nos dice que algo existe, el racional nos dice lo que es, el emocional nos dice si es agradable o no y el intuitivo nos dice de dónde viene y hacia dónde va.”
 

PROCESO PERCEPTIVO:

El sensitivo ve el mundo por medio de sus sentidos. Observa lo que es real y lo que sucede. Esto le permite recopilar información y enfocar su atención en acciones prácticas.


El intuitivo percibe al mundo por medio de las posibilidades y las relaciones; lee entre líneas, interpreta señales, busca significados y se concentra en lo que puede ser. Mira los viejos problemas de una forma nueva y creativa.


PROCESO DE TOMA DE DECISIONES:

El racional analiza información, datos, situaciones y personas y aplica la lógica para tomar decisiones. Es objetivo y calmado. Si no tiene suficiente información, busca hasta quedar satisfecho con lo que ha encontrado.

El emocional es subjetivo, perceptivo y empático. Busca alternativas y examina evidencia para tener una visión personal. Toma la evidencia circunstancial como extremadamente importante. Utiliza con frecuencia la frase “depende...” para explicar sus decisiones.


INTERÉS HACIA LAS COSAS:

El extrovertido opera cómodamente y con éxito interactuando con el mundo externo: otras personas, experiencias y situaciones. Comparte sus pensamientos en voz alta y da importancia a las opiniones que los demás. Es abiertamente emocional y expresivo.

El introvertido está más interesado en el mundo interno, el mundo de las ideas y los pensamientos propios. Es pensativo, reflexivo y actúa con calma. Mantiene sus emociones en privado.


 
 
Estos seis elementos son la base de la descripción que Jung hace del comportamiento humano. “Creía que todos nacemos con una tendencia hacia un patrón específico de comportamiento. El cambio de este patrón es posible, pero es un proceso lento. La madurez nos ayuda a desarrollar nuestras fortalezas y también a comprender otras formas de ver la vida.”

 
LOURDES MORALES
Personal, Executive & Team Coach