27 feb 2011

TRAZA TUS LÍMITES

Hoy me gustaría hablar en este post del tema de los límites.

El concepto de “límite” en la vida es de suma importancia, es el hasta dónde y el desde dónde se puede o se debe llegar. Es importante trazar las líneas en torno a uno mismo y hacerlas respetar para que nadie las cruce ni física, ni emocionalmente.

Cuando las personas cruzan estos límites tenemos todo el derecho del mundo a defendernos y decir: “no, no voy a consentir esto”.

Para poder trazar estos límites primero tienes que saber que es lo que quieres defender y lo que no. Cuanto más definidas tengas tus fronteras, más te darás cuenta de que las cuestiones de las otras personas tienen más que ver con ellas y menos que ver contigo, de modo que dejas de tomarte las cosas tan personalmente.

Este establecimiento de fronteras nos capacita para resistir a las personas agresivas, mal educadas, a las que quieren aprovecharse de nosotros, a las que nos utilizan, etc. Date valor a ti mismo, no admitir los chantajes emocionales, a las personas que quieren jugar contigo, a las personas que necesitan hacerte sentir insignificante para sentirse importantes, ni a las personas que siempre van con la escopeta cargada.

Una vez que tengas trazados tus límites, es mucho más fácil hacerte respetar.

El tema de los límites afecta de manera central a todos los ámbitos de nuestra vida: nuestro trabajo, el trato con uno mismo, nuestras relaciones y nuestra vida espiritual. En todos ellos se trata de marcar límites y respetar los límites.

El análisis de cómo una persona o una sociedad marca sus límites, nos da un rico diagnóstico de su madurez.

Os deseo que encontréis la medida para poner, superar y respetar los límites propios y ajenos, de modo que todas las relaciones tengan éxito y la vida sea cada vez más plena.

Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal y Profesional

20 feb 2011

LA MUERTE: UN AMANECER

La muerte, tema tabú en nuestra sociedad.

La muerte, es la única certeza que tenemos desde que nacemos, sabemos que nuestro tiempo aquí es limitado, sin embargo, lo obviamos descaradamente.

Este pasado fin de semana he tenido la oportunidad de ver dos películas que trataban este tema de la muerte y me ha parecido oportuno hablar sobre ello.


La primera de las películas, difícil de encontrar en España (gracias a Jorge Lomar tuve la oportunidad de poder verla), se trata de un documental sobre la vida de Elisabeth Kübler- Ross.

Elisabeth Kübler- Ross, era una médico psiquiatra que emprendió su labor como acompañante a enfermos terminales, tanto personas mayores como niños pequeños. Siguiendo el proceso de escuchar y estar abierta a todo lo que estas personas querían comunicarle, empezó a elaborar un esquema de las fases por las que pasa una persona que se enfrenta a la muerte, o a la pérdida de un ser querido. Dolor, rechazo a la situación, enfado, negociación, aceptación y reconciliación con el proceso. Estos trabajos le valieron el reconocimiento internacional en el incipiente campo de estudio de la tanatología: el proceso de morir.

E. Kübler-Ross entró en contacto, en su día, con miembros de la recién inaugurada psicología transpersonal, pudiendo vivir una serie de experiencias extracorporales y transcendentes que le validaron y confirmaron que lo que le habían dicho muchos de sus pacientes, acerca de seres y visiones que acontecían justo antes del momento de la muerte, eran algo verídico y que cabía tener en consideración, como una de las etapas de mayor importancia en este proceso.

E. Kübler-Ross, nos ha legado un gran trabajo sobre el proceso de morir, una gran esperanza, un poder mirar más allá de ese umbral desconocido, sin miedo. "La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando y en el que se tiene la posibilidad de seguir creciendo..."

La segunda película que he visto sobre este tema, está todavía en cartelera "Más allá de la vida", donde Clint Eastwood entra timidamente a tratar el tema de la vida más allá de la muerte. Y deja patente de nuevo el tabú social a profundizar en este tema, lo cual me da que pensar en como caerá este post.


La filosofía budista aporta una valiosísima información sobre el proceso de morir en su “Libro Tibetano sobre la Vida y la Muerte”.

Creo que es importante dar a conocer a nuestra sociedad la existencia de una profesión, la de terapeuta transpersonal, en la que trabajamos el proceso de enseñar a morir y en el acompañamiento durante el proceso con el moribundo y con sus familiares. En países como Alemania y Suiza, es un servicio incluído en el Servicio de la Seguridad Social que lleva funcionando años. En España, se empieza a introducir en algunos hospitales dentro del Servicio de Cuidados Paliativos, con un carácter de voluntariado.

Para terminar de manera dulce con este tema, me parece interesante remitiros a un vídeo con frases extraídas del libro “La Muerte: Un Amanecer” de E. Kübler-Ross: http://www.youtube.com/watch?v=abzwai3X6ls&NR=1&feature=fvwp

Lo importante es vivir la gran aventura que es la vida, aquí y ahora, dsfrutando conscientemente de cada momento que se nos regala. Llegado el momento, partir y dejar partir sin miedo y sin apegos.


Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal y Profesional

14 feb 2011

REGRESO A LA VIDA

Regreso a la Vida

“Desperté, y ya no era el mismo.

Por primera vez abrí los ojos,
los mismos que creí tener abiertos
engañándome por tanto tiempo,
sin saber que únicamente era un largo sueño…”
Dr. Miguel Ruiz (Tradición Tolteca).

Hoy me gustaría hablar brevemente sobre las creencias. Todos tenemos un complejo sistema de creencias adquirido por influencia social y familiar. La mayoría de estas creencias nos limitan, nos hacen infelices y lo triste es que las hemos aceptado y dado por válidas sin ponerlas nunca en tela de juicio.

Una vez que identificamos estas creencias limitantes podemos modificarlas y conseguir con ello el anhelado equilibrio interior que nos acerca a la plenitud.

¿Son las cosas realmente como las vemos, como las sentimos o nos han enseñado a interpretar?

Recientemente he viajado a México y al elegir el tema de este post recordé un libro escrito por el Dr. Miguel Ruiz descendiente de la milenaria cultura tolteca (México). De nuevo a vuelto a reaparecer este libro durante una sesión de coaching así que me parece interesante basarme en lo que contiene. El libro se titula “Los Cuatro Acuerdos” y trata de esta “realidad” que asumimos como tal, sobre lo que “está bien” o “está mal”, sobre quienes somos o cual es nuestro lugar en el mundo, en la familia, en el trabajo...

Somos animales domesticados, pero tenemos el poder de "darnos cuenta" y cambiar; La filosofía tolteca nos propone cuatro acuerdos para ello:

- SÉ IMPECABLE CON LAS PALABRAS.

Se trata de saber que nuestras palabras construyen la realidad y por eso hay que ser cuidadoso con ellas, porque según sean estas así será nuestro mundo. Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos con cuidado, sabiendo que cada una de ellas está creando algo.

- NO TE OFENDAS NI TOMES NADA DE FORMA PERSONAL.

Cuando recibimos una acción o un comentario de otra persona y éste no es de nuestro agrado lo tomamos como un ataque personal; pero esta posición desconoce que muchas veces los otros proyectan sobre nosotros sus sombras, el ataque u ofensa entonces, no puede ser tomado de forma personal. “Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas propias."
Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad.


- NO HAGAS SUPOSICIONES.

Las suposiciones generan un sin fin de malos entendidos, si somos impecables con las palabras podremos preguntar y hablar sin suponer al otro. “La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras…en incluso, entonces no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular”. En última instancia si te dejas guiar por la buena voluntad siempre queda la confianza y la aceptación.

- SIEMPRE DA LO MEJOR.

Dar lo mejor es un acto de integridad con uno mismo, es respetarse a sí mismo y poco tiene que ver con lo que se espera. Dar es una forma de recibir. Haz siempre lo máximo y lo mejor que puedas, así pase lo que pase aceptaremos las consecuencias de buen grado.

Te animo a practicar estos cuatro acuerdos, si lo haces y caes, no te juzgues, empieza de nuevo desde el principio y sé constante, un día te sorprenderás y se habrá convertido en un hábito y habrás creado tu nuevo sistema de creencias de manera consciente.

Os recomiendo la lectura del libro: “Los Cuatro Acuerdos” del Dr. Miguel Ruiz.

Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal y Profesional

8 feb 2011

DEJA DE QUEJARTE

“Si tiene solución, ¿por qué preocuparse? Si no la tiene, ¿porqué preocuparse?” Proverbio chino.

Quejarse es estar peleado con la vida, es no aceptar la vida tal y como esta es.

La queja, no resuelve nada, es inoperante, no aporta soluciones, es el recurso de los resentidos que no se atreven a cambiar lo que no les agrada, ni aceptar lo que no pueden cambiar, ni a las personas tal y como son.

Los chismes y las críticas también son quejas sobre los defectos que tienen los demás; y el problema es que no llegan a ser conscientes, son formas de comportamiento habitual, un modo de ser, criticón y chismoso, que se complace en ser juez implacable de los demás.

Quejarse es concentrar la atención en lo malo, lo que no se desea. Si te mueves en la energía de la queja y el lamento, te estas convirtiendo en una persona problemática. Y atraerás personas y circunstancias problemáticas. Por eso, ser agradecido es fundamental.

La queja es imposible que exista con la gratitud, este es uno de los principales secretos que hay que aprender.

Una vez que se entiende el sentimiento de gratitud y se le permite penetrar hondo en el ser, se empieza a sentir gratitud por todo. Y cuanto más agradecidos seáis, menos os quejaréis y gruñiréis.

Mantén una observación especial de tus pensamientos y palabras y cada vez que te descubras quejándote, expresa un agradecimiento a la vida o a cualquier cosa que puedas agradecer de corazón.

“Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato”. Lucio Anneo Séneca.

Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal y Profesional